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12 de septiembre de 2011

Flores en la cocina

Flores en la cocina
Aunque, como suele decirse, nada nuevo hay bajo el sol, la utilización de las flores en la cocina se puede decir que estÔ de moda. En los mejores restaurantes nos encontramos las ensaladas y postres y todo tipo de platos salpicados de preciosos pétalos de colores y llenos de sus aromas.
Sin embargo las flores ya se usaban desde la antigüedad, por supuesto para la fabricación de perfumes, pero también en la cocina. (Y todo junto en algunos recientes postres de autor que ostentan nombres y tratan de evocar determinadas colonias de conocidas marcas!!).
Rosas, violetas, lavanda, calƩndulas o pensamientos, se han cultivado ademƔs de por su belleza, por su aroma y sabor. A nadie le extraƱa el empleo de agua de rosas o de azahar en cualquier receta, ya que estos aromas estƔn profundamente arraigados en nuestra reposterƭa tradicional. En la cocina Ɣrabe y del mediterrƔneo no faltan las flores, ya sea en forma de extracto, o bien secas y molidas junto con especias para dar sabor.

El propio azafrÔn, sin ir mÔs lejos, indispensable en la cocina española, no deja de ser parte de una flor. Lo mismo sucede con otras especias como la vainilla. Desde luego, conviene asegurarse bien de que son comestibles y no arriesgarse jamÔs, ya que hay flores muy bonitas, como la dedalera o el acónito, extremadamente venenosas. Las flores que se van a utilizar en la cocina no deben haber sido tratadas con insecticidas, por lo que lo mejor es emplear sólo las que cultivemos nosotros mismos.

Preparación
Las flores deben cortarse por la maƱana, antes de que el sol estƩ alto. Se escogerƔn flores en perfecto estado y las de mejor olor. Lo indicado es cogerlas el dƭa que se van a utilizar.
Los estambres y el cÔliz se separan y a los pétalos se les corta la parte blanca de la base que puede resultar amarga. A continuación hay que lavarlos muy bien, en un colador bajo el grifo, teniendo cuidado de que no quede ningún insecto, y por último, se secan con cuidado con papel absorbente.

Utilización en la cocina
Los pƩtalos de flores se pueden utilizar frescos o secos.
Frescos tienen menos sabor, pero quedan muy bien en ensaladas y postres, a los que aportan colorido, aroma y textura. Teodoro BardajĆ­, a mediados del pasado siglo, nos da una receta de "Ensalada Marichu" compuesta de patatas cocidas, mayonesa, huevos duros y violetas frescas. Como veis, no hace falta viajar mucho, ni buscar recetas ultramodernas, ni siquiera remontarse a la cocina medieval, para encontrar estas combinaciones.
Los pƩtalos secos sirven para elaborar infusiones y tanto frescos como secos, prestan su aroma a jarabes y licores.

Jarabe de flores
Para 250 mililitros de agua, se cuecen 125 gramos de pétalos de rosa y 400 gramos de azúcar. Se disuelve bien el azúcar y a continuación se cuece 10 minutos y se cuela.
Otra forma de hacerlo es la siguiente: hervir la mitad del agua y dejar los pétalos en infusión durante 2 horas. Con el resto del agua y el azúcar se hace un almíbar y se mezcla con el agua de la infusión colada. Este jarabe es susceptible de diversos usos en postres, helados, cremas, bizcochos, frutas, etcétera. AdemÔs puede servir para bañar pétalos o flores que se utilizan como elemento decorativo.

Con los pétalos frescos se elaboran mermeladas, confituras y jaleas. También se pueden preparar escarchados. Así lo hacía la famosa confitería madrileña "La Violeta", que abrió en 1915 en la plaza de Canalejas y cuyo dulce mÔs famoso eran las violetas naturales escarchadas, y su sucedÔneo económico: los caramelos de violeta.

Para escarchar
Se utilizan pétalos de rosa, violetas y flores de manzano o cerezo entre otras. Se lavan bien y se secan perfectamente. Se bañan con una capa muy ligera de clara de huevo y se cubren con azúcar blanquilla, en fina capa también. A continuación se extienden sobre una rejilla y se dejan secar. Se conservan uno o dos días.

Para aromatizar azĆŗcar
Se mezclan con azúcar blanquilla a razón de una taza de pétalos de rosa o violeta (apretÔndolos un poco) por cada dos de azúcar. Si se quiere un sabor mÔs fuerte, se pueden triturar los pétalos. A continuación se extiende la mezcla en una bandeja de horno y se introduce en el horno a 50º hasta que esté todo bien seco.

Otra forma de hacer azúcar aromatizado es mezclar 50 gramos de pétalos por cada 200 de azúcar y guardar en botes herméticos durante 15 días.

En ambos casos, se cuela despuƩs para eliminar las flores.
Este azúcar sirve para todo tipo de repostería o para añadir a las infusiones.

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